jueves, 23 de junio de 2011

VIH / SIDA


S.I.D.A. significa Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Síndrome: conjunto de signos y síntomas característicos de una enfermedad. Inmunodeficiencia: Debilitamiento del sistema inmunológico del organismo. Adquirida: aparece en el curso de la vida, es decir que no es congénita ni hereditaria.

Una persona portadora del virus que mantiene relaciones sexuales sin cuidar a su compañero o compañera lo/la está exponiendo en cada acto sexual, a una situación de alto riesgo de contagio.
El preservativo masculino y femenino es el método más eficaz para prevenir la transmisión del HIV en las relaciones sexuales.

¿Es lo mismo HIV que SIDA?
No, no es lo mismo. Una persona puede ser portadora del virus HIV, pero aún no haber contraído la enfermedad del SIDA.
Se llama portador a la persona que, tras adquirir la infección por el VIH, no manifiesta síntomas de ninguna clase. Se llama enfermo de SIDA al que padece algún proceso infeccioso, tumoral, etc., con una precariedad inmunológica importante. Tanto el portador como el enfermo de SIDA se denominan seropositivos, porque tienen anticuerpos contra el virus que pueden reconocerse en sangre, con una prueba de laboratorio.
En líneas generales, desde que una persona se infecta con el HIV hasta que desarrolla la enfermedad del SIDA, existe un período asintomático que suele durar hasta unos 10 años. Durante este tiempo el sistema inmune sufre una destrucción progresiva, hasta que llega un momento crítico en el que el paciente tiene un alto riesgo de padecer infecciones y tumores.

Un resultado positivo no significa que la persona haya desarrollado la enfermedad, sino que es portadora del virus y lo puede transmitir por la sangre o las secreciones sexuales. Dicha persona ha de tomar las precauciones necesarias para disminuir el riesgo de evolución hacia el SIDA y para evitar exponer a otras personas al virus.

¿Qué pasa cuando una persona es seropositiva y cuál puede ser su evolución?
Podemos separar tres fases que pueden presentarse después de la infección por HIV:
Primoinfección: las personas infectadas comienzan a fabricar anticuerpos anti–HIV que podrán detectarse con la prueba serológica. Las personas son, entonces, seropositivas.
Evolución: en una segunda fase de la infección, de 6 meses a 10 años o más, pueden aparecer manifestaciones clínicas en algunas personas y en otras, evolución hacia el SIDA (forma grave de la infección por HIV), mientras otro tercer grupo puede mantenerse sin manifestación alguna. Entre los síntomas menores de la infección por HIV pueden encontrarse manifestaciones clínicas persistentes, tales como aumento constante del volumen de los ganglios en diversos lugares del cuerpo, pérdida de peso superior al 10% del peso corporal, fiebre y sudores nocturnos, formas graves de herpes, diarrea persistente y abundante. Estos síntomas no son específicos del SIDA ya que muchas enfermedades, generalmente benignas, pueden ocasionar estas mismas manifestaciones. Las personas que tienen un bajo porcentaje de linfocitos T4 corren un riesgo elevado de evolucionar hacia la enfermedad.
SIDA:Las personas que desarrollarán SIDA, debido a que el sistema inmunitario está fuertemente deteriorado, pueden presentar las siguientes manifestaciones:
   • Infecciones oportunistas;
   • Algunos cánceres (linfomas y sarcoma de Kaposi);
   • Otras afecciones: trastornos neurológicos, síndrome de adelgazamiento, etc.

No obstante, otras personas pueden permanecer sin síntomas. Es evidente que un cierto número de seropositivos pueden mantener un estado de incubación por más de 10 años, pero podrían desarrollar la enfermedad más tarde ya que el tiempo máximo de incubación es todavía desconocido.

¿Cómo se transmite?
Transmisión sexual: Las relaciones sexuales con penetración vaginal o anal, heterosexuales u homosexuales, pueden transmitir el virus del SIDA. Los contactos oro–genitales (contacto boca– órgano genital) pueden transmitir el HIV si hay lesiones en cualquiera de las zonas, ya que todas las prácticas sexuales que favorezcan las lesiones e irritaciones aumentan el riesgo de transmisión.
Las relaciones anales son las más infecciosas, porque son las más traumáticas y la mucosa anal es más frágil que la vaginal.

Si se practica una felación (estimulación del pene con la boca), hay riesgo de transmisión del HIV cuando hay lesiones en la boca o en los genitales, se ingiere el semen o se lo mantiene en la boca. Para evita la transmisión se debe utilizar preservativo.
Si se practica cunnilingus (estimulación de la vulva con la boca) es importante utilizar barreras de protección para que la boca no entre en contacto con los flujos vaginales, ya que es una práctica sexual con riesgo de transmisión del HIV, sobre todo durante la menstruación. Para evitar el contagio se pueden utilizar preservativos cortados, trozos de plástico de envolver alimentos o pañoletas de látex (se venden en los sex–shops).
Si se practica el annilingus (beso negro o rimming, estimulación del ano con la boca), existe riesgo de transmisión del HIV cuando, a causa de lesión, hay presencia de sangre en ano o en boca. Para evitar el contagio se puede utilizar cualquier método de barrera que impida el contacto directo de la boca con el ano, como preservativos cortados, tozos de plástico para envolver alimentos o pañoletas de látex.

Uso compartido de jeringas: No sólo el compartir las agujas o jeringas es un comportamiento de riesgo, el virus puede transmitirse por cualquier objeto que se utilice para preparar la droga. A su vez los usuarios de este tipo de sustancias constituyen un factor importante en la transmisión heterosexual del SIDA.
El uso de cualquier droga puede afectar la capacidad del individuo para tomar las medidas de protección, aumentando así el riesgo de infección.

El afecto no contagia: Se ha demostrado científicamente que los contactos de la vida cotidiana NO transmiten el HIV: no se transmite por abrazar, besar, compartir vasos y cubiertos, tomar mate o intercambiar ropa con una persona infectada; tampoco por compartir el lugar de trabajo o salón de clase, utilizar el mismo baño o pileta; lavarla o dormir en su misma cama. Los insectos no lo transmiten; el sudor, o las lágrimas de quienes padecen esta infección tampoco. En una palabra, querer y apoyar a una persona infectada no trae riesgos; al contrario, tiene efectos positivos en su salud y en quienes le rodean.
Los que rechazan y discriminan a los portadores del HIV–SIDA ignoran las verdaderas características de la enfermedad. Estar informado sobre los modos en que sí se transmite es el primer paso para la prevención.
No hay ninguna prueba de transmisión del virus del HIV por mosquitos, o por cualquier insecto que pique. Esto no es así, en cambio, con otras enfermedades que sí tienen esta vía de contagio. Las investigaciones en zonas tropicales muestran que las enfermedades transmitidas por mosquitos afectan a toda la población (niños, adultos, personas de edad avanzada) sin hacer diferencias. No es el caso del HIV que, en esas mismas zonas, afecta prioritariamente a las personas jóvenes, sexualmente activas.
  

¿Cómo prevenirse?
La prevención es el único medio de lucha contra la propagación del SIDA y seguirá siéndolo, aun cuando se encuentre un tratamiento o vacuna eficaz.

Prevención en la transmisión sexual
•Si no te has iniciado sexualmente, informáte sobre el uso del preservativo.
•Durante cualquier relación sexual (vaginal, anal u oral), utilizá preservativo.
•Evitá los contactos sexuales no protegidos.
•Si existe cualquier posibilidad de que tu pareja sexual haya tenido relaciones íntimas con alguien más, o que alguna vez haya usado drogas inyectables, usá preservativos cada vez que tengas relaciones sexuales.
•Tratá cualquier enfermedad de transmisión sexual (ETS), ya que una infección genital puede aumentar el riesgo de infección por HIV.
•No tener o abstenerse de relaciones sexuales.
Lo único que importa es que tomes precauciones y practiques sexo seguro, cada vez que lo hagas.

Prevención en la transmisión parenteral o sanguínea
•Exigí la etiqueta: "sangre segura" en toda transfusión.
•Evitá y denunciá el mercado ilegal de sangre.

La forma más importante de transmisión del HIV/SIDA por la sangre es por el uso compartido de objetos que se utilizan para preparar e inyectarse drogas.
Abandoná las drogas de uso por vía parenteral (inyectadas); si a pesar del riesgo de transmisión seguís haciéndolo, debés:
•No compartir los objetos que utilizás para preparar e inyectarte la droga.
•Usar agujas y jeringas desechables o desinfectar las usadas.
•No recibir ninguna sesión de acupuntura ni realizarte tatuajes si las condiciones de esterilidad del material empleado no ofrecen garantías.
•No usar objetos de aseo personal de personas desconocidas.
•No donar sangre si en los tres meses anteriores has estado expuesto a una situación de riesgo.

Prevención en la transmisión vertical, de la madre al feto o perinatal
Para las mujeres que viven con el HIV la probabilidad de tener un hijo seropositivo es del 20 al 35%. Sin embargo, es necesario esperar 6 meses y a veces hasta 15 después del nacimiento, para saber si el niño tiene el virus. Alrededor de un tercio de los pequeños infectados durante el embarazo presentan una evolución rápida hacia la enfermedad, los otros dos tercios exhiben un desarrollo mucho más lento y comparable al desarrollo de la infección en los adultos.

•Se recomienda un examen de detección del HIV antes de cualquier embarazo cuando existan antecedentes de prácticas de riesgo de cualquiera de los dos integrantes de la pareja. Esta recomendación es siempre válida en cualquier caso de embarazo.
•En la mujer con el HIV o compañera de un hombre con el HIV, la contracepción y el uso del preservativo son recomendables de manera general.
•Si el hombre tiene el HIV, no se aconseja la procreación, para evitar el riesgo de transmisión al futuro bebé, o reinfectar a la mujer.
•Las mujeres con el HIV deben evitar el embarazo.
•En el caso de que una mujer con el HIV haya podido llegar al término de su embarazo, la recomendación sobre la lactancia deberá ser de acuerdo con su situación específica, ya que puede transmitir el virus a través de la leche.

Recomendaciones que deben ser dadas por los médicos a las personas que viven con el HIV, de la forma más clara posible:
•Informar a su pareja sexual de su estado de seropositividad y en caso de mantener relaciones sexuales, evitar la penetración; si la hubiere, utilizar preservativo masculino o femenino.
•No donar sangre, semen ni órganos para trasplante.
•No compartir objetos potencialmente contaminados con sangre (agujas, jeringas, cepillo de dientes, navajas) y en general, objetos punzo–cortantes de uso personal y utensilios de preparación para inyectarse drogas.
•Informar que se vive con el HIV al personal que atiende cuando se realicen procedimientos dentales, extracción de sangre, estudios invasivos o cirugías, para que utilicen elementos desechables, esterilicen el material y tomen las medidas de protección adecuadas.
•No estar en contacto con pacientes enfermos con padecimientos contagiosos, como varicela y tuberculosis.
•Evitar el contacto o la convivencia con animales como gatos, aves de corral, tortugas, reptiles, etc.
•Evitar la automedicación.
•Solicitar atención médica periódica, aun en ausencia de síntomas, para valorar el momento y tipo de tratamientos preventivos recomendables (vacunas para neumococo, profilaxis para tuberculosis, candidiasis, etc.).
•Evitar el uso de drogas, alcohol y tabaco.
•Lavarse con agua y jabón al cortarse o mancharse con sangre.
•Cubrir las heridas y rasguños con un apósito hasta que curen.
•Lavar la ropa manchada de sangre o secreciones sexuales a alta temperatura, o en seco.

Además a las mujeres que viven con el HIV se les recomienda:
•Papanicolao y colposcopía inicial y posteriormente, dependiendo de la cuenta de CD4. Papanicolao y/o colposcopía cada 6 meses.
•Valorar la conveniencia de evitar el embarazo, proporcionándole toda la información sobre los riesgos de transmisión perinatal.
•Si ya se encuentra embarazada, ofrecer los tratamientos antirretrovirales recomendados para la prevención de la transmisión perinatal.
•No amamantar a su hijo y hacer todo lo posible para asegurarle una alimentación adecuada, completa y segura con sustitutos de leche materna.

¿Tiene cura?
La erradicación del HIV en los pacientes infectados no parece posible con los tratamientos actuales. Propiamente hablando, hoy el SIDA es incurable. Sin embargo, muchos de los procesos oportunos que comprometen la vida de los pacientes con SIDA tienen tratamiento eficaz. Además, la administración de fármacos anti–retrovirales ha permitido alargar considerablemente la supervivencia de los sujetos seropositivos, de manera que la enfermedad se ha convertido en un proceso crónico.
A pesar del amplio desarrollo que ha alcanzado la investigación de esta enfermedad en los últimos años, no parece aún cercana la posibilidad de disponer de una vacuna eficaz. 

Por los derechos que aún faltan conquistar

  Nos hemos alegrado frente al anuncio presidencial de incorporar a las mujeres embarazadas en la Asignación Universal para su protección, pero seguimos insistiendo en darle importancia al derecho que tiene cada mujer de decidir sobre su cuerpo.
  Conmemoramos hoy un nuevo Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Desde ese trágico día donde más de 100 mujeres perdieron sus vidas peleando por sus derechos, muchas luchas han pasado. Tiempos de derrotas, de transición, de construcciones y, por cierto, de conquistas. En este ejercicio de recuperar las historias que nos constituyen, encontramos que hemos avanzado mucho en la conquista de nuestros derechos, pero al mismo tiempo y con la misma fuerza, es condición necesaria exigir que nos falta conquistar muchos otros.
Este año nos encuentra con grandes desafíos y con variadas preocupaciones. En nuestro país, cada 36 horas muere una mujer por violencia de género. En 2010, 260 mujeres fueron víctimas fatales de este tipo de violencia, con un aumento de un 13% respecto de 2009.  Doscientas sesenta mujeres ya no comparten más el día a día, las risas y los llantos con sus hijos, sus padres, sus hermanos y hermanas, sus amigos… Estas mujeres no sólo fueron asesinadas sino que fueron abandonadas por el Estado y las políticas públicas, que debieron haberlas protegido y resguardarlas de la violencia mal llamada doméstica.  Hoy la perversión y la desprotección hacen que en lo que va del año, en escasos tres meses, 14 mujeres fueran quemadas por sus parejas o ex parejas, y que sus agresores se resguarden en la figura legal del accidente. El Estado está ausente porque después de casi dos años de promulgada, sigue sin aplicarse la ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
El asesinato de mujeres tiene nombre: FEMICIDIO. Llamemos las cosas por su nombre entonces. Este término da cuenta de la violencia sexista, del homicidio de una mujer por razón de su género, cometido por un hombre que considera que esa mujer es de su propiedad. Nuestra sociedad necesita de forma urgente que la figura del femicidio se incorpore como agravante del homicidio en el código penal.
En el ámbito laboral, las mujeres seguimos corriendo con desventajas. La falta de leyes sobre cuidados parentales, que equiparen las responsabilidades entre los padres y las madres, hace que las mujeres sigamos sosteniendo sobre nuestras espaldas la atención de nuestros hijos. No nos quejamos de ello, pero tanto para los padres y madres como para nuestros niños y niñas resulta imprescindible que ambos podamos hacernos cargo. Si a esto le sumamos que no hay suficientes jardines maternales, las mujeres tienen cada vez más lejanas las posibilidades de acceder a trabajos que no sean precarizados. La igualdad en el mundo del trabajo todavía no ha llegado y estamos aún lejos de alcanzarla.
Los salarios continúan siendo inferiores para las mujeres, y el trabajo en el hogar sigue sin ser considerado trabajo, y por lo tanto no cuenta con ningún tipo de protección o beneficio social. La precarización es mucho más alta entre nosotras, al tiempo que la posibilidad de ascensos es mayor para los hombres. No hay políticas públicas que garanticen la formación de inspectores de trabajo que puedan visualizar la discriminación de género. Además, las mujeres son las que estadísticamente sufren mayores acosos laborales.
La trata y el tráfico de personas también recae mayormente entre las mujeres. A pesar de la ley de trata, esta práctica continúa aumentando día a día con la complicidad de los poderes políticos, policiales y judiciales. La trata en la Argentina se da tanto para la explotación sexual de miles de mujeres como para el trabajo esclavo en talleres textiles y en el trabajo del campo.
Otro de los desafíos que no sólo tenemos las mujeres, sino la sociedad en su conjunto, es asumir integralmente el debate y la solución sobre el aborto. Las estadísticas nos muestran que en la clandestinidad, la interrupción voluntaria del embarazo cobra de manera innecesaria miles de vidas en nuestro país, siendo la principal causa de muerte materna. Se producen por año 500 mil abortos, casi la misma cantidad que de nacimientos. Cerca de 80 mil mujeres por año deben ser hospitalizadas por complicaciones derivadas de la clandestinidad de esta práctica. La cantidad de muertes maternas por complicaciones por abortos inseguros subieron, entre 2008 y 2009, de 62 a 87 casos (datos publicados por el Ministerio de Salud). Alrededor de 100 mujeres por año (las más jóvenes y las más pobres) dejan su vida en el camino por tomar la decisión de no continuar con un embarazo no deseado.
Como el año pasado nuestra sociedad se movilizó y dio una lucha ejemplar para conseguir que fuera ley el matrimonio igualitario, hoy nuestro reclamo es obtener la sanción de la ley que garantice el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Ha sido un gran paso y nos hemos alegrado mucho frente al último anuncio presidencial de incorporar a las mujeres embarazadas en la Asignación Universal para su protección, pero seguimos insistiendo firmemente en darle mucha importancia al derecho que tiene cada mujer de decidir sobre su cuerpo. Nuestra apuesta a la vida es el derecho a decidir y a que nos cuiden y resguarden, tanto cuando elegimos seguir adelante con el embarazo como cuando optamos por abortar.
En este arduo y prolongado camino de las conquistas de nuestros derechos como mujeres, hoy más que nunca es ineludible encontrarnos, discutir y organizarnos para que esta lucha sea tomada por todos y todas. Seguimos más que nunca haciendo nuestras las consignas y reclamos que tantas veces hemos hecho escuchar en la calle y en tantos encuentros de mujeres en todo el país: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.

miércoles, 22 de junio de 2011

¿Qué significa ser adolescente?

Desarrollo biológico:
La adolescencia es la etapa del crecimiento en la que se realizan los mayores cambios biológicos. A partir de los 11 años, el crecimiento fisico sufre una notable aceleración, hasta el punto de que entre los 11 y los 16 años se crece más que en años anteriores y posteriores.
Estos cambios se producen en el esqueleto, la musculatura, los órganos internos, el aparato respiratorio, etc., y se manifiestan en una serie de indicadores como los cambios de voz, la aparición de los segundos molares, el desarrollo de los órganos sexuales - primera menstruación/eyaculación, desarrollo pelviano-mamario, aparición de bello púbico y axilar, etc. -, aparición de barba, etc.
Las causas motivantes de estos cambios fisicos tienen origen interno - hormonas, sistema nervioso, hipotálamo, hipófisis, genética, etc. -, y externo - condiciones de vida, ambiente social, alimentación, salud, etc. -.
La dependencia de tan diversos factores, a la vez que el paralelo, aunque relacionado, desarrollo psico-social, supone que las fases o etapas biológicas de la adolescencia no estén claras. Aun así, podemos establecer 3 etapas de forma muy general:

• Pre-pubertad Aparición incipiente de los indicadores anteriormente citados.
• Pubertad Se acusan los cambios fisicos, y empiezan a diferenciarse los aspectos característicos de cada individuo.
• Post-pubertad Se completa el proceso de maduración. Se alcanza el desarrollo y la estabilidad; en cuanto a aspectos biológicos se refiere.

Desarrollo psicológico. Crisis psicológica y social. Las relaciones de los adolescentes

Actualmente se atribuye mayor importancia que antaño a los factores sociales y psicológicos que influyen en la conducta del individuo.
El crecimiento fisico se desarrolla y alcanza antes que la madurez psicológica y social.
El estudio de los aspectos socio-psicológicos se centra en el estudio de los perfiles de los adolescentes, y en las distintas fases o etapas por las que estos "van pasando".
Sería imposible, por motivos de tiempo, describir todos estos perfiles y las distintas teorías relacionadas con ellos. Nos limitamos pues a ofrecer una ideas básicas sobre la influencia social en el adolescente y su desarrollo psicológico.
Como dijimos, la primer necesidad del adolescente es la de lograr un estatus en la sociedad. Al encontrase en una situación intermedia entre la infancia y los adultos, las relaciones de los adolescentes se orientan en dos sentidos:
·                            Por un lado, las relaciones con los adultos, que reflejan deseo de independencia, responsabilidades sociales, reconocimiento de habilidades, etc. El adolescente desea incorporarse a la sociedad como adulto, pero al mismo tiempo critica esa sociedad de adultos, esto supone una situación de desequilibrio que intenta reducir mediante mecanismos como:


• Las agresiones       La compensación
• La proyección         El negativismo
• El egocentrismo          La racionalización
• La identificación         La formación reactiva
• La evasión       La fuga en la enfermedad
·         Por otra parte están las relaciones con sus iguales, los otros adolescentes, en ellas busca

• Comprensión
• Un lugar en la sociedad
• Independencia
• Emancipación
• Seguridad

Textos de Eloy Manuel Martínez Rodríguez Laura Pérez Plaza 

Hablemos de sexo: La primera relación sexual.

El primero consejo y básico para tener una vida sexual plena y feliz es la información sobre la sexualidad. Los jóvenes deben conocer su cuerpo y los riesgos que enfrentan cuando empiezan en el sexo.
El primer encuentro sexual en la adolescencia puede ser crucial para el futuro, significa lanzarse por un camino nuevo y desconocido en la vida amorosa, horizonte en el cual es deseable que sea una experiencia bien  planeada. Sin embargo no suele ser así, no te hagas muchas ilusiones porque la primera relación sexual no suele ocurrir en las mejores circunstancias. El sueño de un momento de felicidad se convierte en un instante de culpabilidad, dudas y miedos.


El problema de la primera vez no es hacer bien el amor,  siempre las próximas veces será mejor porque la experiencia te dará alegrías futuras en el sexo. Al iniciar tu vida sexual tienes que saber para acabar con un embarazo indeseado o contrayendo una de las infecciones de transmisión sexual (ITS), incluido el mortífero VIH del SIDA.


La cabeza del adolescente está llena de mitos sobre el sexo causados por  la falta de información, las presiones sociales y una educación temerosa de tocar temas sobre el ejercicio responsable de la sexualidad en los jóvenes.

La edad para tener sexo por primera vez en la adolescencia

No existe una edad establecida para la primera relación sexual.  Sabemos que los adolescentes inician su vida sexual cada vez a edades más tempranas, inclusive entre los 13 y los 15 años de edad. En México, por ejemplo, la edad de la primera relación sexual es entre los 15 y 19 años.  Vivir la primera  experiencia sexual de manera exitosa requiere madurez y responsabilidad, y sobre todo, estar completamente seguro de que es el momento ideal  y tu pareja sea la persona indicada.

Las relaciones sexuales significan responsabilidad compartida. Y la clave para llegar a la plenitud en el primer encuentro sexual es la información, orientación y educación.  La vida íntima involucra a dos personas, y como tal, la pareja debe hablar, informarse y acercarse a un profesional en salud para aclarar dudas y temores.


Es importante tener presente que para ser responsable del cuidado de la vida de un bebé, primero es necesario ser responsable de uno mismo. Por ello, tanto el hombre como la mujer adolescente deben adoptar un método para la regulación de la fertilidad y así poder disfrutar con confianza de una sexualidad plena, satisfactoria y sobre todo, libre, responsable e informada que complemente su vida, desde la primera vez.


Definitivamente, en la primera relación sexual no puedes olvidar de tener antes información sobre tu sexualidad y preservativos.

Sin tabúes. Masturbación femenina: vergüenzas y ventajas.

Aquella teoría freudiana de que el hombre que se masturba tiene una fuerte tendencia a la neurosis afortunadamente ha sido superada desde hace tiempo, pero aún muchas mujeres sienten culpa o vergüenza de optar por la autoestimulación sexual hasta el punto de renunciar a ella, negarla o silenciarla.

¿Qué ha motivado tal rechazo? ¿Por qué tanta condena? ¿A qué se debe el silencio femenino con respecto a este tema? Tales respuestas se encuentran en la historia de la sexualidad humana, en la que las mujeres, como en el resto de las circunstancias de la vida, no hemos andado sobre un lecho de rosas, así como la masturbación no siempre fue bien vista, ni por la ciencia, ni por la sociedad.

La masturbación femenina fue confinada a lo prohibido y pecaminoso


Durante siglos la masturbación fue confinada a lo prohibido, lo pecaminoso. Fue condenada por la iglesia como un acto contra natura pues no conducía a la procreación y se le atribuyeron más de 200 enfermedades y padecimientos. Según las creencias de entonces, masturbarse provocaba idiotez, ceguera, acné, caída del pelo, debilidad mental y muscular, trastornos intestinales, dolores de cabeza y en casos extremos podía llevar a la muerte.

Masturbación femenina
En los siglos XVIII y XIX, manuales y libros médicos calificaban el placer en solitario como un mal reincidente, un vicio nocturno y un acto morboso. Se inventaron aparatos y los jóvenes atrapados "in fraganti" eran condenados a dormir con camisas de fuerza.

En el caso de las mujeres las soluciones llegaron a ser mucho más crueles como la cirugía para extirpar el clítoris (ablación) que según los médicos de la época servía para aliviar la epilepsia y otras afectaciones nerviosas como la histeria en las mujeres. Esa aberración se aplica aún en varios países africanos y asiáticos que siguen pensando el sexo en la mujer solo como un acto reproductivo y no placentero.

Tiempo y estudios costó a la sexología librarse de mitos y leyendas sinfín, pero afortunadamente ya se habla del tema con mayor franqueza aunque aún queda un largo camino por recorrer.

Un buen principio podría ser hablar del tema y asimilar las ventajas del autoerotismo que enuncian hoy psicólogos y sexólogos en la población femenina. Pero esto es una labor de educación sexual y convencimiento que toma tiempo. No será asunto concluido a nivel social con el paso de solo dos o tres generaciones. Se necesitan muchas más que no solo reconozcan la masturbación como la experiencia inaugural de su sexualidad, sino también aquella que ayuda a descubrirnos eróticamente al acariciarnos en soledad. Conocernos a nosotras mismas es una gran ventaja para disfrutar del sexo en pareja.

Las ventajas de la masturbación femenina


- Durante la adolescencia, es parte importante del desarrollo psicosexual, ayudando a las personas a identificar los patrones de su propia respuesta sexual.
- Proporciona satisfacción sexual a las mujeres que no tienen pareja o que, por períodos de tiempo están separadas, o tienen al compañero enfermo.
- Resulta 100% sexo seguro, ya que no transmite infecciones de transmisión sexual y no existe el riesgo de embarazo.
- Permite el aprendizaje de la actividad sexual en un ambiente relajado, en el cual no hay que estar pendiente de la pareja y ni preocuparnos por mantener una buena identificación su activación ni respuesta sexual.
- Puede servir para aliviar tensiones, especialmente cuando no se dispone de otra alternativa.
- Resulta un ejercicio que puede practicarse a lo largo de la vida.
- Resulta efectiva para fortalecer la musculatura pélvica.
- Diversos estudios demuestran que proporciona una vida sexual más larga.

Las redes sociales: ¿siempre positivas?

No todos la usamos, pero es para tener en cuenta...

Un poco de humor y reflexión...

"A mi no me va a pasar": La Adolescencia y el Aborto.

Para poder disfrutar, no hay que matar...

La Adolescencia es una etapa del desarrollo cuyo objetivo principal es la búsqueda de la identidad y del si mismo.

En la pubertad, el cuerpo pasa por una serie de transformaciones hormonales, generadoras de desequilibrios y tensiones y esta carga endógena, difícil de manejar, puede llevar a un adolescente a cometer errores que pueden llegar a comprometer su paz interior y su futuro.

En la adolescencia, tanto la mujer como el varón tienen la obligación de actuar en forma responsable, es decir, haciéndose cargo de todos sus actos, ya que a medida que se hacen adultos aumentan tanto sus derechos como sus obligaciones.

Para un hombre, es bastante fácil y económico evitar embarazar a una mujer y al mismo tiempo preservarse de contraer enfermedades de transmisión sexual. El uso del preservativo está al alcance de todos y solamente es necesario un tiempo breve de entrenamiento para habituarse a él y decidir en forma responsable.

Para la mujer, un acto sexual realizado a las apuradas en cualquier lugar y de cualquier manera, sin protección para evitar el embarazo, no es garantía de alcanzar la misma satisfacción que el hombre y no es condición necesaria para conservar el amor de la pareja.

El acto sexual es una consecuencia del amor y tiene que ser consensuado por ambos, como el paso a una relación más madura y con mayor compromiso.

Una mujer debe respetarse a si misma y no convertirse en un objeto de placer, creyendo que esa es la manera más eficaz de mantener una relación.

Las mujeres fáciles suelen tener parejas ocasionales con las cuales es poco probable que logren una verdadera relación sexual satisfactoria y difícilmente lleguen a consolidar un vínculo estable; simplemente porque en materia sexual, los hombres todavía piensan como en la edad de piedra aunque parezcan muy evolucionados.

Ellos creen que existen dos clases de mujeres, las que son para casarse y las que son para divertirse, y esa clasificación se acciona ni bien entablan una relación con una mujer.

A toda mujer su pareja debe merecerle confianza como para entregarse a él y tener en cuenta que el hombre que ha elegido deberá ser lo suficientemente maduro psicológicamente para asumir las consecuencias; porque todos los métodos anticonceptivos pueden fracasar, principalmente cuando no se tiene experiencia; y aunque esta posibilidad sea pequeña hay que tenerla en cuenta y no olvidarla.

Si una joven queda embarazada deberá hablar con su pareja para compartir tal situación y resolverla entre ambos. Existen muchas salidas honorables y menos cruentas.

El aborto para la mujer suele ser la base profunda de una depresión que puede aparecer en la adultez frente a cualquier situación de pérdida.

Este tipo de depresión es muy difícil de sobrellevar porque generalmente son experiencias que no permanecen en la conciencia y quedan latentes en el inconsciente como un duelo no elaborado que se vuelve a recrear antes cualquier situación de abandono o fallecimiento cercano.

Además, una mujer que se somete a un aborto se arriesga a sufrir infecciones graves y hasta puede quedar estéril por lesiones irreversibles.

Los jóvenes creen que un embrión no es una persona, sin embargo desde la concepción una nueva vida siente y cualquier pensamiento de rechazo que reciba comprometerá su desarrollo y su futuro; y si no le permiten nacer quedará para siempre en las conciencias de sus progenitores.